Barcelona endurece las normas para circular y aparcar
9 de Noviembre 2006
Nuevo cambio para la circulacion en la ciudad de barcelona, ya que el Ayuntamiento de Barcelona amplió ayer su apuesta por el civismo –uno de los ejes programáticos del actual mandato– a los vehículos que circulan y estacionan en la ciudad. Para ello dio luz verde a la modificación de la ordenanza que regula estas actividades, siguiendo la misma filosofía de endurecimiento de las normas que ya aplicó en el caso de la convivencia ciudadana.
El nuevo código, que debe entrar en vigor el próximo enero, se centra, por una parte, en aprovechar las competencias que otorga la nueva Carta Municipal a la Guardia Urbana para ordenar el tráfico. El segundo objetivo es defender al peatón en las aceras, ya sea de las motos mal estacionadas o de la circulación de bicicletas y patinadores. A diferencia de la ordenanza cívica, la modificación no supone una nueva tipificación de sanciones, por lo que se mantendrán las establecidas en el reglamento de circulación.
En referencia a la Carta Municipal, destaca la novedad de que los urbanos inmovilicen a los vehículos cuyos conductores no posean el seguro obligatorio o tengan el carnet de conducir caducado. El ayuntamiento podrá intervenir cautelarmente el permiso de circulación por el uso indebido de señales acústicas, la emisión de humos contaminantes o la producción de sonidos molestos graves y reiterados. Los denunciados tendrán cinco días para solucionar las deficiencias detectadas.
Además, se prohíbe especialmente el estacionamiento de vehículos de dos ruedas en la acera frente a una reserva de aparcamiento para discapacitados o paradas de transporte público, y establece que los motoristas deberán acceder a la acera con el motor parado y sin ocupar el asiento.
Sólo se prevé utilizar la fuerza del motor para salvar los desniveles de la acera, sin que se pueda acceder por los pasos destinados a peatones.
Los patinadores se regirán por la misma normativa de circulación que los ciclistas, aunque con el agravante de que tendrán el paso prohibido en las zonas con aglomeraciones, entendiendo como tal aquellas calles en las que no se puede circular más de cinco metros en línea recta, como podría ser el caso, en algunas horas del día, de la Rambla de Cataluña o el Portal de l’Angel.
La normativa modifica también la concesión de reservas de estacionamiento para hoteles, zonas situadas habitualmente frente a la puerta principal de estos establecimientos y que permiten una parada máxima de dos minutos.
Así, el ayuntamiento ampliará a diez minutos el tiempo de parada en estas zonas que, como novedad, podrían no situarse junto al hotel si entorpecen la circulación de vehículos. “Cualquier hotel podrá solicitar la reserva, pero no siempre será posible otorgársela, como tampoco que sea justo delante del hotel”, ha señalado el gerente de movilidad del ayuntamiento, Angel López, que ha precisado que, en cualquier caso, “se buscará un emplazamiento lo más cerca posible”.
“El objetivo es hacer compatible la comodidad con la fluidez del tráfico. Este es el equilibrio que buscamos”, ha subrayado Cuervo.
De este modo Barcelona da un paso mas hacia el control del trafico que se genera en una ciudad del tamaño de Barcelona. No es la primera vez que Barcelona implanta este tipo de normativas, ya que estableció la normativa de civismo contra el alcohol y otros acontecimientos molestos para los ciudadanos que sufren esas conductas mientras pasean, compran o duermen en la ciudad de Barcelona.
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