Levantarse cuando la ciudad todabia duerme en pleno dia de verano y con las calles vacias y "meterse" una ruta de 350 kilometros, es motivo mas que suficiente para ir a por tu moto con la brisa y el sol matutino dandote en la cara y sentirte como el amo de la carretera.
El punto de salida era el puerto olimpico de Barcelona, con parada en el Alcampo de Mataro, desde donde se partio con destino a l'Escala. La puntualidad brillo por su ausencia y es que mover 165 motoristas con sus respectivas motos no es nada facil. En principio se pretendia ir por la costa recorriendo pueblo tras pueblo, pero dado el numero de moteros el colapso en los semaforos podia haber sido espectacular, asi que se decidio ir por el interios con un recorrido espectacular por la zona del Montseny.
Era espectacular ver toda la carretera colapsada por motos custom de todas marcas y estilos, evidentemente todas engalanadas para la ocasion. Los jinetes plateados recorrieron la costa interior formando una larga cola que podria llegar a los tres kilometros entre el primero y el ultimo. Los que hicieron su dia tambien fueron las gasolineras ya que las cabalgaduras necesitaban alimento para afrontar una etapa de tantos kilometros.
La primera etapa finalizo en la empresa Fills de J.Calloll i Serrat SL, una de las empresas punteras en el pais de las sabrosas anchoas. Alli su propietario nos explico la problematica de las anchoas, que cada vez son menos y los moteros pudieron degustar unas esplendidas anchoas y pates de la zona de la Costa Brava, una de las ultimas areas donde aun se pesca.Tras este apetitoso aperitivo, todos a sus motos, que nos esperaba la comida en Calonge. Alli se manifesto el buen ambiente entre moteros de distintos grupos, free bikers y demas gente que suele acudir siempre a las iniciativas de Ruta 66. El restaurante se lleno completamente con los 165 moteros hambrientos tras un palizon de kilometros a sus espaldas. Habia tanta hambre que los entremeses, la parrillada de carne y los postres, seguro que se degustaron mas rapido que el tiempo invertido en llegar al restaurante. La vuelta fue libre y mientras unos optaron por el mismo camino de la ida, otros recorrieron la costa en menor numero para asombro de la gente al ver semejante caravana de color.
En definitiva, una buena ruta, con el punto positivo de que año tras año se congrega a mas gente y eso que se celebra en fechas de vacaciones. Como punto negativo los fallos de la organizacion durante la ruta, que causaron que mucha gente se perdiera en Calonge o que se cortara el grupo en diferentes ocasiones, comprendemos que Antonio la organiza solo y eso es una dificil tarea, pero de cara a proximos años es un punto a mejorar.
Fuente: Easyriders nº44
Texto: Kingcreole
Fotos: Kingcreole
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