martes, 6 de octubre de 2009

Cambiar las pastillas de freno

Cambio de pastillas de freno

11/09/2009 - Reportaje

A pesar de que existe una gran variedad de sistemas de frenado, prácticamente todos se basan en el mismo principio, y el cambio de pastillas es una operación que no requiere especial habilidad. Simplemente, al desmontarlas, debemos fijarnos con atención en la posición de las piezas que componen el sistema. El nivel del depósito de la bomba del líquido de frenos es un indicador del desgaste de las pastillas, ya que, a medida que éstas van perdiendo espesor, más sobresalen los pistones del cuerpo de las pinzas sobre el que se apoyan, produciendo el descenso de nivel del líquido. Una medida más que recomendamos siempre, antes de comenzar cualquier operación de bricolaje mecánico, es tener limpia la zona; en este caso, utiliza un spray desengrasante especial para frenos o, en su defecto, agua y jabón aplicado con una brocha y aclarado con abundante agua. Nunca recurriremos a gasolina o disolventes, ya que pueden atacar la goma de los retenes empleados en el sistema. A continuación, vamos a explicar gráficamente los diferentes pasos a seguir.

Paso 1

Para comprobar el desgaste de las pastillas basta con ver de perfil su espesor. El cambio llega cuando el espesor se enrasa con la muesca indicadora (aprox. 2 mm).






Paso 2

Generalmente, la pinza cuenta con una tapa de plástico que da acceso a las pastillas y que retiraremos apalancando con un destornillador.






Paso 3

En este caso particular, se aprecia que las pastillas están sujetas mediante unos pasadores que, a su vez, son retenidos en la pinza con unas grupillas.







Paso 4

Retiraremos una de las grupillas utilizando unos alicates de punta fina.






Paso 5

Prestaremos atención al fleje elástico, ya que, al extraer el primer pasador, tenderá a saltar de su posición. Después retiraremos la otra grupilla del segundo pasador, con lo que las pastillas gastadas estarán libres para su extracción.






Paso 6

Lo normal es que los pistones de la pinza asomen e impidan introducir las pastillas nuevas. El primer paso consiste en retirar la tapa del depósito de la bomba para extraer de su interior el líquido de frenos que quepa en una jeringa sin que entre aire en el circuito de la bomba (no la vacíes del todo). Evita que el líquido de frenos se derrame; es muy corrosivo y puede dañar a los plásticos y pintura. Si ocurre, limpia concienzudamente la zona afectada con agua y jabón.



Paso 7

Introduciremos los pistones hacia dentro del cuerpo de la pinza para dejar espacio a las pastillas nuevas, presionando con suavidad sobre las viejas con un destornillador plano. ¡Ojo con arañar la superficie del disco o dañar los guardapolvos de los pistones!




Paso 8

Cuando los pistones estén enrasados con el cuerpo de la pinza, ya podremos montar las pastillas nuevas en orden inverso al desmontaje: Pastillas, pasador, fleje, el otro pasador, las grupillas y, finalmente, la tapa.




Paso 9

Después de montar todo, observaremos que ha vuelto a subir el nivel en el depósito de la bomba (correspondiente al volumen de los pistones al retroceder), y es una medida aconsejable retirar otra vez con una jeringa ese líquido, con cuidado otra vez de que no entre aire en el circuito de la bomba y reponerlo con el que recomiende el fabricante, normalmente Dot 4.



¿Tu moto ya está lista para rodar?

¡Nooo! Todavía tienes que bombear varias veces con la maneta o el pedal, dependiendo del caso, para aproximar las pastillas al disco y, una vez que notemos que se endurece el tacto del mando, volveremos a rellenar el depósito hasta la marca de nivel máximo. ¿Ya? No, todavía te falta cerrar el tapón del depósito y volver a limpiar a conciencia los restos que se hayan podido escapar con las últimas manipulaciones y... ahora sí, tu moto ya estará lista para rodar otra vez con seguridad.



Ya que hay que cambiar pastillas, ¿por qué no aprovechas para probar otros tipos que mejor se adapten a tus necesidades? Básicamente hay tres tipos de pastillas:

Cerámicas

Son las más normales y las que, posiblemente, equipe de serie tu scooter/moto de hasta 250 cc. Duran un montón y, además, son las más baratas, pero no esperes frenadas espectaculares. Simplemente cumplen.







Sinterizadas

Por un poco más en precio, ganarás mucho en frenada manteniendo el sistema original (discos, latiguillos y pinzas), aunque deberás cambiarlas más frecuentemente. Ojo con algunos modelos muy antiguos (>15 años), no funcionan bien sobre discos de fundición (no inoxidables).





Carbono


Muy indicadas para competición. Cuidado si las utilizas en una moto/scooter de calle: ¡¡no frenan si los discos/pastillas están fríos!! Hay que calentar el sistema para obtener el óptimo resultado. Además, cuestan una pasta y duran un suspiro.








¡Importante!
Unas pastillas nuevas necesitan un kilometraje “de rodaje” para que se acoplen perfectamente al disco (recuerda que este ya ha sufrido un desgaste y tiene sus “vicios”) y notarás que el tacto y la potencia de frenado son aparentemente peores que con las viejas.
Así que, frena al principio con prudencia y alarga la distancia de seguridad hasta que notes que la frenada gana en contundencia, normalmente a los 500 km. de uso, en que el disco y las pastillas ya harán buenas migas y podrás aprovechar toda la capacidad del sistema de frenos de tu moto.






Texto y Fotos: MotoFácil

Fuente: motos.net

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