martes, 6 de octubre de 2009

El antirrobo

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Cómo evitar que te roben la moto

02/10/2009 - Reportaje

La mejor manera de evitar que te roben una moto es no tener moto, pero como creemos que ese no es tu caso, nos hemos puesto manos a la obra para explicarte a fondo el mundo de los antirrobos de motocicleta. Sigue leyendo y te explicaremos todo lo que debes saber para escoger el mejor modelo que se adapte a tus necesidades, y consejos que deberás seguir para evitar que te roben tu moto.

Y es que el antirrobo es un elemento al que a veces no prestamos demasiada atención. Pensamos que solo por tener uno, ya estamos protegiendo nuestra montura frente a manos ajenas, pero existe mucha diferencia entre uno de disco, uno articulado o una cadena. La seguridad que ofrecen no siempre está relacionada con su tamaño y precio, pero sí es, muchas veces un indicador de si te puedes fiar de él o no. Además, muchas hemos de transportarlo con nosotros, por lo que el tamaño y peso se pueden convertir en algo fundamental, haciéndonos anteponer nuestra comodidad a la protección de nuestra moto. Además no hay que olvidarse de que siempre pueden cargar con tu moto hasta una furgoneta y trasladarla hasta un lugar donde manejar el antirrobo con más tranquilidad… y más herramientas. La variedad de antirrobos donde elegir es muy amplia y abarca desde los pequeños antirrobos de disco hasta auténticas cajas de seguridad donde aparcar tu moto y dejarla a buen recaudo. Obviamente en esto también influye el dinero que te quieras gastar, pues no es lo mismo invertir 100 € en una moto que cuesta 1.000, que invertir 20 en una que supera los 10.000 €.

Además, y como te explicamos aparte, no solo deberás tomar como precaución el comprarte un antirrobo y usarlo, sino que has de prestar atención a otros detalles también muy importantes. Por ejemplo, no colocar el antirrobo en el suelo, lo que te puede ocasionar desde una “pequeña” molestia como que alguna mascota de algún irresponsable haga sus necesidades en tu protección, hasta que lo destrocen utilizando la calle como banco de trabajo. También es recomendable porque suele ser más difícil de manipular un antirrobo que está en voladizo que con una superficie cerca.

Y, por último, y si después de todo lo que te contamos los ladrones han conseguido su objetivo, te decimos qué debes hacer. Lo primero es poner una denuncia, ya sea personalmente en una comisaría, por teléfono o a través de la Oficina Virtual de Denuncias de la Policía en internet. Y no solo eso, sino que también te recomendamos que continúes la búsqueda por tu cuenta, acudiendo al depósito donde van a parar algunas motos de las que la Policía no informa de su recuperación.


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1.- Átala

Siempre que puedas aparca la moto anclada a algún elemento fijo. Puedes usar una valla, un arco de los que hay en las aceras… Aunque eso sí, y esto vale para el tercer consejo de esta lista: cuidado con los dueños de las mascotas que no se preocupan de dónde hacen sus necesidades. Si está en el suelo es más que probable que, a la mañana siguiente, no te apetezca mucho quitarlo sin guantes de látex. En garajes o propiedades particulares, existen diversos tipos de anclaje para facilitarte este apartado. Pueden ser de pared, de suelo, argollas, arcos,…


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2.- Cuidado con las aceras

De igual manera y, si es posible, procura aparcar la moto en una zona alejada del borde de la calzada donde, en un abrir y cerrar de ojos, pueden subir la moto a la parte trasera de una furgoneta… si es que no la anclaste. En la foto, esa pequeña valla con una apertura cerca de la moto no es segura por mucho que lo pueda parecer.


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3.- El antirrobo alejado del suelo

Pónselo difícil a los ladrones colocando el antirrobo lo más alejado posible del suelo. No podrán utilizarlo como “mesa de trabajo”. Igualmente con los de disco y en “U” procura que no queden especialmente expuestos manejables. Además evitarás alguna sorpresa desagradable porque los perros que “marcan” su territorio no saben lo que es un antirrobo… y sus dueño tampoco parecen enterarse.


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4.- Más es igual a mejor

Aunque al final todos los antirrobos pueden ser violados con tiempo, paciencia y buenas herramientas, cuantos más impedimentos pongas, menos probabilidades tendrás de que se fijen en ella. Casi diríamos que una pareja de disco y “U”, o disco y cadena, es obligatoria.


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5.- Mantenlo en forma

Si eres muy meticuloso es posible que no te digamos esto, pero una cerradura es un mecanismo que sufre desgastes y roces y puede llegar a dejar de funcionar. Por eso es importante que, de vez en cuando, engrases con un lubricante multiusos la cerradura de tus candados.


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6.- Recuérdalo

Es más habitual de lo que piensa: las caídas en parado por olvidarse de quitar el antirrobo son comunes, y pueden llegar a producir daños serios en el conjunto pinza-disco. Puedes atarte un nudo en la cazadora o, mejor aún, acordarte de que lo has puesto, aunque hayas hecho una parada corta. A pesar de eso, te damos otra solución: existen elásticos de llamativos colores para llevar las llaves que te pueden servir para recordarte que tienes puesto el antirrobo. Luma ofrece también su Lock Buddy, una tira de velero que se ajusta en la maneta de freno y sirve, además de para bloquear la rueda, para recordarte cuando te montes que te estás olvidando algo.


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7.- Que te vean

También es recomendable, siempre que te sea posible y sin molestar a los viandantes, que la coloques en el lugar más visible: una plaza, una calle muy transitada… Es una pequeña medida realmente disuasoria.


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8.- Colócalo bien

De poco sirve que te compres el mejor antirrobo del mundo si a la hora de asegurar tu moto lo haces de forma incorrecta. Cuantos más elementos abarques con él, mejor: disco, llanta y botella de horquilla es una buena combinación. Si además la pinza de freno está de por medio, mejor. Piensa que unos radios son un poco más gruesos que un alambre y podrían cortarlos muy fácilmente. De la misma manera, y esto es muy aplicable a los antirrobos de disco, te pueden robar la moto, llevársela a un lugar seguro para trabajar con ella y, por ejemplo, quitar el eje de la rueda, sacarla, quitar el disco de freno con antirrobo incluido y montarlo todo de nuevo con un disco nuevo. ¿Resultado? Moto liberada.


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9.- Apúntatelo

Si no todos, sí casi todos los antirrobos incluyen en la misma llave o en una placa aparte, un número que indica el código de tus llaves. Si las pierdes alguna vez, siempre podrás contactar con el fabricante y solicitar un nuevo juego de llaves con tu código. También es recomendable que no lleves siempre las llaves contigo: es mejor dejar una en casa y, si alguna vez pierdes una, tener todavía una de repuesto en casa. Algunas marcas te dan cuatro llaves con cada antirrobo.


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10.- Siempre contigo, nunca contigo

Siempre has de procurar llevar contigo, al menos, un antirrobo, pero nunca encima, en un bolsillo o en la mochila. Podría causarte lesiones en caso de caída. Lo mejor es utilizar los soportes específicos que se ofrecen para multitud de modelos de antirrobo. Los de disco suelen tener soportes como el que ves en la foto, mientras que las “U” suelen gozar de un espacio bajo el asiento de la mayoría de motocicletas. En los scooters lo tienes aún más fácil con el hueco bajo el asiento.

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1.- De disco

Precio aproximado: desde 15 hasta 180euros.
Son los más utilizados por ser los más manejables gracias a su pequeño tamaño y ser muy fáciles de transportar, ya sea en soporte específico o bajo el asiento. Además la protección que ofrecen es muy buen en relación con su tamaño, aunque no son los más efectivos. Su diseño varía desde los elementos totalmente cilíndricos hasta formas más evolucionadas, diseñadas para facilitar su manejo, hasta otros más voluminosos que pueden ser tanto para anclar al disco como para oficiar de cierre en una cadena.


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2.- Horquillas o en “U”

Precio aproximado: desde 30 hasta 200 €
Las mal llamadas “U” son en realidad un arco de seguridad de acero diseñadas para alojarse en las ruedas e impedir su giro. Este tipo de antirrobo está también muy extendido ya que el nivel de protección que ofrece es bueno con un manejo relativamente cómodo. Además, muchas motocicletas vienen ya con un hueco bajo el asiento diseñado para alojar este tipo de antirrobos. En función de la utilización, la sección del arco puede aumentar o disminuir, así como la longitud, lo que los hace estar disponibles en una larga lista de medidas.


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3.- Articulados

Precio aproximado: desde 15 hasta 100 €
Los clásicos pitones. Aunque actualmente parece que su uso vaya decayendo respecto a otras épocas, lo cierto es que la industria auxiliar se esfuerza cada año por mejorar su diseño y nivel de seguridad. Generalmente están compuestos por un cable de acero trenzado cubierto por unos eslabones cilíndricos que lo protegen del exterior y que ayudan además a gozar de esta flexibilidad de la que hacen gala, permitiendo anclar la moto a un elemento fijo o enrollarlo en la rueda para impedir su giro.


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4.- Cadenas

Precio aproximado: desde 30 hasta 200 €
Las cadenas son un invento muy antiguo, pero nadie puede dudar de su efectividad a la hora de proteger nuestra moto. Su elevado peso las hace ser poco manejables, algo que tiene ventajas para ti al hacerla menos manejable para los amigos de lo ajeno, aunque dificulte su transporte. Combinada con un buen antirrobo de disco, “U” o un cierre específico, podrás atar tu moto a un elemento fijo por grande y pesado que sea, o bien inmovilizar cualquiera de las dos ruedas de tu moto.unque al final todos los antirrobos pueden ser violados con tiempo, paciencia y buenas herramientas, cuantos más impedimentos pongas, menos probabilidades tendrás de que se fijen en ella. Casi diríamos que una pareja de disco y “U”, o disco y cadena, es obligatoria.


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5.- Otros tipos

Precio aproximado: desde 15 hasta 100 €
Junto a los más conocidos podemos añadir los anclajes al suelo o paredes que facilitan un punto fijo donde poder anclar la moto. Hay diversos tipos, desde argollas hasta Wilock, un cajón que se fija al suelo y ofrece un alojamiento para casi toda la rueda delantera.
También podemos mencionar aquí el Xmart de Luma que, siendo un antirrobo de disco, sirve también como estribera y hace más difícil arrancar con él puesto al no poder apoyar el pie para engranar una marcha.
Lo máximo en protección es una auténtica caja fuerte donde entra la motocicleta completamente. ¿Hasta dónde quieres llegar con la seguridad para tu moto? Un caso como este se convierte en obsesión.


Texto y Fotos: MotoFácil
Ilustración: Pedro Freire

Fuente: Motos.net

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